No podían haberse autodenominado de un modo más hermoso.
Hoy, la querida Valentina Pompa, me mandó un mensaje por whatsapp avisandomé de la Toma Pacífica en el Ministerio del Interior.
Decía que necesitaban colchones, mantas y calzado cómodo.
Decía que eran hermanas de todas las naciones indígenas, convocadas a una ocupación de ese Ministerio para pedir que, finalmente, las atiendan en una Mesa Interministerial que resuelva sus reclamos (de Salud, de Justicia, de Educación...)
De casualidad, yo estaba en Capital. Y tenía un par de horas. Y mi mamá tenía una manta y unas botas.
Y, sin pensarlo mucho, fui. Y tuve la suerte de haber estado ahí. Tuve la suerte de verlas. De mirarlas a los ojos y escucharlas. De sentir y nutrirme de su fuerza descomunal. Pude escuchar a Moira Millán, a unos centímetros de mi cara. Pude escuchar sus palabras, y de algún modo confirmé eso que sé hace tiempo: soy parte activa -en mi pasividad- de un Estado racista.
Yo siento vergüenza de mi raza, de la historia de esta raza. Siento vergüenza de lo que como mujeres y hombres blanques toleramos, durante todos estos años, que se haga a los pueblos originarios. Masacres, ninguneo, maltrato, robo, violencia, engaño. Es increíble que no sólo no podamos aprender nada de todo lo que elles saben tanto mejor que nosotres, sino que, además, elles tengan que estar reclamando -hace centenares de años- las cosas más básicas para una vida digna: que les devuelvan sus tierras, que les dejen usar su idioma, su medicina, vivir su espiritualidad, criar su ganado, que no les envenenen (y, por ende, no nos envenenen) sus suelos, sus montañas, sus cursos de agua.
Ellas, por suerte para nosotres, van a seguir ahí hasta que las atiendan.
Necesitan baños químicos, gazebos, mantas, víveres y cuerpos que acompañen y que visibilicen la lucha y la Toma Pacífica.
Yo espero que las escuchen. Espero que puedan empezar a escribir un capítulo nuevo de la historia. Porque sé que cuando ellas escriban, muchas van a ser las cosas que se volverán más justas, más vitales, más sanas y más bellas.
Acá pueden leerlas:

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